Óscar Gutiérrez Aragón
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Oscar Gutiérrez Aragón, profesor de vocación, economista interino, escritor circunstancial y aspirante a montañero, nació en 1969 en un barrio obrero de la ciudad de León, en el que todavía sigue residiendo.
Ya durante su infancia se inició en el gusto por la literatura, confesándose un lector insaciable tanto de libros clásicos como de novelas modernas, considerando la lectura como una base fundamental para llegar un día a escribir sus propias obras. En un principio tuvo que conformarse con que sus familiares le dejaran escribir las cartas de reclamaciones a las diferentes multinacionales que tenían a bien no prestar un servicio adecuado a quienes eran sus clientes. Como llegó a obtener algún que otro éxito bastante recordado en el bloque de pisos donde vivía (“no escribe nada mal el guaje”, solían decir de él sus camaradas de ascensor), sus vecinos comenzaron a realizarle todo tipo de encargos de esta índole. De todos modos, a pesar de los triunfos conseguidos, incluso en el campo jurídico, en el que era capaz de moverse “en el filo de la navaja” con una habilidad impropia de alguien sin estudios de Derecho, sabía que sus aspiraciones literarias tenían que seguir otro camino, no menos creativo, pero sí más artístico.
Así, mientras concluía los estudios universitarios que le conducirían a la obtención del la de Licenciatura en Ciencias Empresariales (1993), compaginaba el análisis de balances y la resolución de problemas estadísticos y econométricos, con la composición de varios relatos cortos que, en un principio, quedaban para uso y disfrute (o no) de sus amigos. Uno de ellos, titulado “Aquí tirado en el sofá” (se puede descargar de modo gratuito desde la web de El-recreo [1]), hizo que se sintiese especialmente satisfecho, por lo que decidió comenzar a enviarlo a un gran número de concursos. No fue premiado en ninguno y, de hecho, tampoco se tiene noticia de que resultara ni siquiera finalista, todo lo cual le causó un desánimo bastante grande en sus proyectos literarios, llegando a prometerse a sí mismo que nunca los retomaría, razón por la cual retornó a su vieja tarea de escribiente de legajos jurídicos, para gran satisfacción del vecindario y, ¿por qué no decirlo?, para la suya propia, pues de algún modo había que dar salida a la creatividad enjaulada.
Casi al mismo tiempo en que se producía su infructífero paso por el Departamento de Dirección y Economía de la Empresa de la Universidad de León en el que llevó a cabo varios trabajos de investigación, resaltando el titulado “Gestión de recursos naturales” (1998), comenzó a trabajar como profesor de Economía en el ámbito de la Educación Secundaria y el Bachillerato. Compaginó esta tarea con la enseñanza de Formación Profesional, en las especialidades de Marketing, Estadística, Informática y Economía de Empresa a cargo del Instituto Nacional de Empleo y la Junta de Castilla y León. Es en esa época cuando escribe para uso interno el libro de texto "Procesos de Administración y Gestión" (2000).
Tras un largo tiempo de descanso creativo (para algunos ciertamente más de lo que debiera) decide retomar su abandonada actividad literaria y comienza a elaborar una novela costumbrista repleta de guiños autobiográficos, que en un principio carecía de nombre y que, finalmente, en el año 2002 es publicada con el título de “Druidas bajo la luna” por la editorial berciana Ediciones Hontanar. Hoy en día, su primera edición se encuentra prácticamente agotada, en gran parte gracias a los intentos por obstruir y, si era posible, evitar su venta por parte de una poderosa organización eclesiástica leonesa, los cuales produjeron, como suele ser habitual en estos casos, el efecto contrario, pues la obra ha conseguido (allí donde su distribución ha podido llegar) un particular éxito entre sus lectores, considerándola muchos de ellos, una feroz a la par que divertida crítica de la actual sociedad española. De todos modos, esta novela también se puede descargar gratuitamente desde la página web de El-recreo [2]
En el primer trimestre de 2006 Oscar Gutiérrez Aragón ha publicado, también con Ediciones Hontanar, su segunda novela, "La bufanda de Alba", un relato costumbrista que transcurre a comienzos de la década de los cincuenta en un pequeño pueblo situado en un valle de la montaña del norte de León amenazado por la construcción de un embalse. La mayor parte de los datos referidos a fechas, lugares, anécdotas y situaciones populares descritas a lo largo del relato son reales y provienen de la extensa bibliografía existente sobre la época y la región. Sin embargo, tanto la trama principal como casi todos los personajes que aparecen en la novela (unos niños deseosos de descubrir todo lo que desconocen sobre lo que les rodea, una pareja de jóvenes amantes, un maestro defensor de los valores de la escuela nacionalcatólica, un violento sargento de la Guardia Civil o un siniestro cura rural obsesionado con las “Llamas del Infierno”) son ficticios en su totalidad. La narración en primera persona corre a cargo de uno de los niños medio siglo después, recordando todos los hechos que dieron lugar a un terrible suceso que en las primeras páginas del libro sólo se insinúa, sin llegar a concretarse, y que después se va percibiendo como algo que inevitablemente va a acontecer. Como es lógico, existirán tantas lecturas o interpretaciones diferentes de esta novela como personas acudan a sus páginas, pero en todas ellas ha de perdurar la huella de haber asistido a un deslumbrante canto al amor y a la amistad.
